Causas de la obesidad.
Problemas emocionales, laborales y económicos.
Relación con la pareja, familia o amistades.
Falta de aceptación.
Ansiedad.
Desconfianza en sí mismo.
Costumbres y hábitos de familia.
Descenso en el rendimiento deportivo.
Fracaso escolar.
Relación con los compañeros de clase.
Hundimiento anímico cuando los hijos se van.
Amor no correspondido.
Soledad ante el abandono de la pareja.
Además de lo anteriormente expuesto, pueden aparecer aún algunas causas más que puedan relacionarse con el aumento de peso.
Son muchos los factores que pueden influir en la obesidad. Podríamos llenar y llenar páginas, de casos de pacientes que han sido tratados por obesidad y en ninguno de ellos encontraríamos circunstancias idénticas.
La primera sesión de acupuntura
Dejar hablar al paciente.
Una vez oído todo, preguntarle lo que creemos que todavía falta por matizar.
Saber cuáles son sus hábitos alimenticios.
Intentar relacionar al paciente con la causa determinante del sobrepeso.
A continuación la toma de los pulsos distales. Esta toma de pulsos es el mejor reconocimiento en acupuntura, para obtener el adecuado tratamiento, descubrir afecciones orgánicas, estados anímicos, fatigas musculares, todo esto en esa primera consulta. Mediante la aplicación y estimulación de los puntos de acupuntura con agujas, u otros sistemas menos dolorosos, el paciente tal como van pasando los minutos comienza a relajarse.
Se encuentra con sensaciones placenteras de bienestar y descanso.
Al terminar la sesión se advierte en la cara del paciente placidez.
Ahora es el momento para una charla más relajada. Se recomiendan los cambios a realizar en sus hábitos alimenticios, indicando lo que debe ir suprimiendo e incorporando en sus comidas.
Indicarle los movimientos adecuados para mantener una actividad muscular lo más completa y general, partiendo de ejercicios suaves y lentos.
Siempre recomiendo la práctica del Chi Kung. Ante la dificultad de encontrar el lugar donde practicarlo, se puede realizar en su domicilio:
- Caminar hacia delante, durante unos doce minutos
- Caminar lateralmente, a derecha e izquierda, unos tres minutos en cada sentido.
- Caminar hacia atrás, durante unos tres minutos.
Para un reforzamiento de la sesión, acudimos a implantar en el pabellón auricular, estímulos por medio de agujas o de semillas semipermanentes. El paciente debe estimularlas durante el día varias veces, para conseguir mejores resultados.
Estas agujas o semillas serán reemplazadas tal como se vayan desprendiendo. El tratamiento fuera de consulta tiende a mantener la relajación, impedir que aparezcan brotes de ansiedad y reforzar la fuerza de voluntad del paciente
Según se observen los adelantos conseguidos, las sesiones se pueden ir distanciando. Como referencia pueden oscilar entre cuatro y diez. Influyen mucho las circunstancias particulares por las que atraviesa cada persona. Nunca se puede obtener el mismo resultado en todos los tratamientos, ya que cada paciente es un mundo distinto en cada momento de su vida.
Es aconsejable que la persona en tratamiento vaya perdiendo poco a poco peso. Es más sencillo empezar con sobre peso que no con obesidad. El criterio más beneficioso para ir perdiendo peso, y acostumbrase a un nuevo hábito en la alimentación, sería el de un medio quilo por semana que puede fluctuar algo más o menos según casos.
Lo más importante es el habituarse a una nueva manera de alimentación. Esto es lo más difícil, ya que las costumbres cuestan en desaparecer. Recordemos que cualquier deshabituación, provoca siempre síndrome de abstinencia.
Cuando el paciente es consciente de la manera en la que ha estado alimentándose, es cuando se da cuenta que la obesidad propia, no se obtiene por lo que come otra persona. Y que el exceso de peso perjudica a mi aparato locomotor, sobre todo a las articulaciones. Y que solucionando los problemas emocionales, es la forma más directa para hacer desaparecer la ansiedad.
Resumiendo:
- Alimentación adecuada.
- Ejercicio moderado y diario
- Amarse mucho y cambiar hábitos.
Y sobre todo tratamientos que no tengan efectos secundarios, ni contraindicaciones.