Los movimientos realizados con brazos y con piernas, van siempre relacionados con esfuerzo y sin esfuerzo.
Cuando quiero coger con las manos un objeto enfrente de mí, el movimiento de alejar el brazo es sin esfuerzo, una vez lo he cogido, tal como voy acercándolo, yin, va aumentando el esfuerzo, y al dejarlo cerca de mí, es cuando más esfuerzo realizo.
Cuando cojo un objeto cerca de mi y quiero alejarlo, yang, el movimiento se realiza cada vez con aumento del esfuerzo. Al dejarlo en el lugar deseado, es cuando más esfuerzo se hace. El movimiento de acercar el brazo se realiza sin esfuerzo.
Tanto los movimientos de alejar y acercar un objeto, tanto con esfuerzo como sin esfuerzo, cuando el movimiento se encuentra en la mitad de su recorrido, la fuerza que estamos realizando en ese instante, es igual de intensa en los músculos situados en la parte interna, yin, que en parte externa, yang, de los bazos. El nivel de esfuerzo en los canales yin y yang de brazo y de pierna, son exactamente iguales. El esfuerzo realizado generalmente hace referencia a desplazar solo el peso de la pierna, cuando la alejamos. Los esfuerzos al acercar, están relacionados normalmente a tener que arrastrar objetos.
Los movimientos de alejar y acercar las piernas, cumplen estas mismas reglas. No obstante son menos apreciables que en los brazos, al tener menos capacidad de movimiento las articulaciones de: pie, tobillo, rodilla y cadera que mano, muñeca, codo y hombro.
Lo expuesto, nos lleva a concretar, mejor aún la regla del yin y del yang. Cuando alejar termina, yang, comienza el yin, acercar. Cuando acercar termina, yin, comienza el yang, alejar.
Nunca se puede estar alejando, yang, permanentemente.
Nunca se puede estar acercando, yin, permanentemente.
Al terminar un movimiento yang, alejar, es el inicio de un movimiento yin, acercar, pues no pienso quedarme toda la vida con el brazo extendido. Lo que se encuentra cerca de mí es yin, lo que está lejos de mí es yang.
La especie humana vive en la atmósfera, en la parte baja, por lo tanto es yin. Las nubes están más altas que nosotros, por lo tanto yang.
Y así multitud de ejemplos, no obstante siempre se cumple una regla. Hacen falta dos para poder comparar. Según los parámetros que vayamos a relacionar entre esas dos cosas, unas pueden resultar yin, y otras yang.
El calor es yang, el frío es yin. Lo denso es yin, lo ligero es yang. El norte es yin , el sur es yang. El movimiento es yang, la quietud es yin. La luminosidad es yang, la oscuridad es yin. Un sonido estridente es yang, el grave es yin… Si pero nada es yin o yang, si no lo podemos comparar con otra cosa.
Gran conclusión «nada es yin o yang, si no lo podemos comparar con otra cosa»
Muchas gracias por compartir.
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