¿ Por qué hay en los brazos puntos importantes para el tratamiento de los canales Curiosos sin que estos discurran por ellos ?
Los canales primarios nos permiten todos los movimientos. Para conseguirlo empleamos las extremidades, desplazándolas hacia delante, atrás y lateral, además intervienen en estos movimientos la cabeza y el tronco. Así cubrimos la mayor parte de nuestras necesidades. No obstante aún faltan desplazamientos, en nuestras vidas, muy importantes. Éstos los realizamos con los canales secundarios Curiosos, tomando partes o tramos de los canales primarios.
Las cadenas musculares de los canales Curiosos se agrupan de dos en dos. Cuatro son de tipo yang y cuatro de tipo yin. Los yang se localizan en las zonas más laterales y posteriores, los yin en las zonas anteriores.
El recorrido de los ocho canales secundarios Curiosos, Maravillosos o Extraordinarios, están relacionados con los movimientos para mantener el equilibrio vertical. Así evitamos las caídas en seis de ellos, hacia delante, hacia atrás y hacia el lateral, y los otros dos para mantener el equilibrio durante una defensa y posteriormente en un ataque.
Cuando inicialmente se pierde el equilibrio, los primeros músculos y tendones que se tensan se encuentran en las piernas. Si no conseguimos mantener el equilibrio y detectamos que vamos a caer, preparamos las extremidades superiores para apoyarlas en el suelo.
El equilibrio lo podemos perder hacia delante, hacia atrás y hacia el lateral. En la defensa y en el ataque, para parar golpes del adversario con los brazos y el balanceo de piernas, tronco y cabeza, para esquivar los golpes dirigidos a estas zonas,y también para mantener el equilibrio.
Hacia delante, el canal Yin keo y el Jen mo.
En la caída hacia delante, la primera tensión comienza en el canal del Yin keo, en el maleolo interno, punto 339-6 R. Aquí se localiza el punto de máximo esfuerzo de este canal, o cadena muscular, ya que tiene la misión de mantener en ángulo recto la pierna con la planta del pie. De no mantener el esfuerzo necesario en el maleolo, el ángulo se convierte en agudo. La tensiones musculares van ascendiendo por la parte interna de la pierna, alcanza el pubis, asciende por la zona central del tronco. Cruza el cuello por la parte antero-lateral. Pasa a la cabeza, llega al cantus nasal del ojo y termina la tensión rodeando la cabeza, en el borde lateral medio del occipital, punto 242-10 V.
Si continúa el movimiento hacia delante y la inclinación es más acusada, comienza a intervenir la cadena muscular del canal Jen mo.
La tensión muscular al inclinarnos más hacia delante, provoca contracción en el recorrido de este canal, que comienza en el punto 51-1 JM entre ano y escroto. Cruza los genitales, asciende por el centro del abdomen y tórax, parte anterior del cuello, hasta alcanzar la parte media del maxilar anterior, donde termina 28-24 JM. Desde aquí la tensión continúa, por rama interna, hasta la órbita inferior de los ojos. A partir de esta situación la caída es inminente
Al mismo tiempo que nos vamos inclinando hacia delante, preparamos los brazos y las manos, para que al impactar en el suelo, la gravedad del golpe sea lo menor posible. Apoyamos las palmas de la manos en el suelo, sobre todo la eminencia tenar, haciendo que se contraiga la zona externa, yang, y se distienda la interna, yin. El límite del esfuerzo de esta distensión y tensión, provoca la aparición de una fuerte tensión entre la mano y carpo terminando en la cabeza distal del radio, en la apófisis estiloides, coincidiendo el punto de máxima tensión con el punto 58-7P.
Estos dos canales son de naturaleza ascendente. Desde sus inicios, pies y periné, hasta sus últimas tensiones en la cabeza, no hacen otra cosa que intentar mantenernos en pie y de no conseguirlo, con las manos parar el golpe en el suelo.
Hacia atrás, el canal del Yang keo y del Tou mo.
La primera tensión, al inclinarnos hacia atrás, se localiza en el maleolo externo punto 293-62 V. Aquí se produce una contracción intensa, ya que tiene que mantener en ángulo recto la planta del pie con la pierna. Si no se consigue mantener el esfuerzo necesario, el ángulo se convierte en obtuso y la inclinación comienza. Desde aquí, la contracción muscular asciende por el lateral externo de la pierna, alcanza la rodilla, llega en diagonal a la zona inguinal de la cadera. Asciende y la tensión cruza el lateral del tronco y llega a la parte posterior del hombro. A continuación la tensión muscular, asciende por el cuello, cara, llega a la comisura de los labios, alcanza el cantus nasal del ojo, y haciendo un recorrido ascendente, pasa por la frente y por el lateral de la cabeza, hasta alcanzar la parte posterior, borde occipital, donde termina.
De no poder mantener la tensión muscular, comenzamos a inclinarnos más. La caída se ve próxima. La primera contracción en el tronco se localiza en el canal o cadena muscular del Tou Mo, su primer punto se encuentra en el periné, entre ano y coccix, punto 27-1 Tou mo.
Asciende a lo largo de la columna, manteniendo contraída la masa muscular paravertebral y el músculo epiespinoso, hasta alcanzar el occipital, rodea la cabeza por su parte alta media, frente y nariz. La última tensión muscular se encuentra en el centro del maxilar superior, entre las encías de los dientes incisivos, punto 1-27 TM.
Si todavía no se consigue mantener el equilibrio, la inclinación nos da a entender que vamos a caer y nos preparamos para parar el golpe. Siempre caemos hacia un lado, para esto desplazamos un brazo hacia atrás, apoyando la mano en el suelo, sobre la eminencia hipotenar. La caída hacia atrás de espaldas, suele ser de consecuencias graves, pegando un golpe muy fuerte con la cabeza contra el suelo. De ahí que nuestro cerebro prepare las cadenas musculares más apropiadas, para que la caída sea de lado y tengamos que apoyarnos solo con un brazo, ya que si caemos recto hacia atrás, el golpe en el suelo traería graves consecuencias. La máxima tensión en la mano contra el suelo, se centra en la cabeza distal externa del quinto metacarpiano, en el punto 126-3 ID. Produce la flexión de la zona externa, la yang, del antebrazo y mano y la distensión de la zona interna, la yin.
Estos dos canales son de naturaleza ascendente. Desde sus inicios, pies y periné, y su finalización, la cabeza, no hacen otra cosa que intentar mantenernos de pie, y de no conseguirlo, con las manos parar el golpe en el suelo.
Hacia el lateral, el canal del Tae mo y del Yang oe.
La primera tensión comienza en el abdomen, en el punto 213-26 Vb. Lo primero es conseguir no perder el eje horizontal, para ello la sección que toma como referencia nuestro cuerpo, es el área del círculo que se encuentra a nivel del ombligo, consiguiendo que el tronco, desde la cintura hasta la cabeza, se mantenga siempre lo más horizontal al suelo, manteniendo así el equilibrio con más facilidad.
Con ello se consigue también mantener la posición horizontal de los ojos y de los oídos, esencial para el equilibrio, mientras tanto las piernas se quedan libres para los desplazamientos laterales.
Cuando se pierde la horizontalidad del ombligo, desplazamos hacia el lateral una pierna y al mismo tiempo vamos flexionándola y apoyando el pie en el suelo. El punto de máxima tensión del canal del Tae mo, se localiza en la cuarta articulación metatarso falángica. El punto de máxima tensión se localiza en el cuarto espacio metatarsiano, en la cabeza proximal del cuarto meta recayente al quinto, punto 228-41VB. La flexión de la pierna, nos permite mantener la horizontal del círculo del ombligo y la verticalidad en cabeza.
Si la rapidez con la que hemos actuado, no ha sido suficiente para mantener el equilibrio lateral, comenzamos a inclinarnos.
Empezamos a actuar con la cadena muscular del canal curioso del Yang oe.
La tensión comienza en el maleolo externo punto 294-63 V. Asciende por pierna, alcanza la rodilla, llega a la zona antero-lateral del tronco a la altura de la articulación de la cadera. En diagonal, ascendiendo contacta con la parte posterior del hombro, toca parte posterior de nuca y bordeando la cabeza por su parte lateral, llega a la frente y alcanza el foramen frontal.
Al llegar a esta situación, de manera casi instantánea, extendemos los brazos hacia los laterales, con las manos flexionadas hacia fuera. Con esta maniobra recuperamos rapidamente la estabilidad y el equilibrio. El punto de máxima tensión se localiza en el espacio interóseo entre el radio y cúbito, en el punto105-5 TC. De esta manera nos preparamos, si llegamos a caer, para apoyar con la mano en el suelo. Como ejemplo recordar al funámbulo, prolongando sus brazos con una pértiga de varios metros, para mantener el equilibrio con facilidad, pero solo en este caso particular. Nosotros solo podemos extender los brazos y gracias.
La pérdida del equilibrio lateral, es para la que nuestro organismo está menos preparado, ya que no dispone en sus estructuras óseas de ninguna columna vertebral. El canal del Yang oe está formado, en su mayoría, por tramos de las cadenas musculares de los canales del TC y de la VB. El recorrido lateral en zigzag, por la zonas de brazos, cuello, cabeza, tronco y piernas, de estos dos canales, consigue formar unos vectores de fuerza, para que las tensiones musculares en los laterales de nuestro cuerpo, entre sus puntos, logren construir una pseudo columna. Con esto se consigue una mayor estabilidad en los desplazamientos laterales.
Estos dos canales son de naturaleza ascendente. Siempre el punto de máxima tensión se encuentra en los pies. Posteriormente en los brazos que es donde se encuentran sus puntos de máxima tensión.
Defensa y ataque, canales del Chong mo y Yin oe.
Cuando nos encontramos en peligro, lo primero es no perder la verticalidad, sobre todo en el tronco. Para ello empleamos la cadena muscular canal del Chong mo. Comenzamos contrayendo el periné, desde aquí recorriendo los genitales externos, la tensión asciende al pubis. Sube por el abdomen y tórax, manteniendo contraídas las zonas centrales del tronco y cuello. Llega al maxilar donde termina rodeando los labios.
A partir del periné un rama desciende por la parte antero interna del muslo y pierna, llega al pie pasando por el maleolo interno, rodea el primer metatartasiano, llega al dedo gordo y termina ascendiendo, hasta la cabeza proximal del mismo metatarsiano.
Para mantener el equilibrio ponemos las piernas separadas y un poco flexionadas, una algo hacia delante y la otra algo hacia atrás y un poco abierta lateralmente.
Esto nos permite poder balancearnos en todos los sentidos. Así podemos balancearnos de un lado a otro para esquivar los golpes del adversarios, sobre todo en la cabeza, tórax y abdomen.
La tensión más acusada al balancearnos y mantener el equilibrio, se percibe en la zona interna del arco plantar, cabeza proximal del primer metatarsiano, el punto 302-4 BP.
La tensión muscular necesaria para estar preparados para recibir golpes, y poder aguantarlos, comienza en el recorrido de la cadena muscular canal curioso del Yin oe. La primera contracción comienza, en la zona interna de la pierna en el punto 342-9 R.
Asciende por la parte antero interna de la pierna y muslo, alcanza el tronco y sube, por la zona media derecha e izquierda, uniéndose al alcanzar el cuello, terminando en el punto 29-23 JM.
La posición de defensa con los brazos flexionados delante de la cara, nos permite cubrir las zonas del tórax y las del abdomen superior. Para parar los golpes que lleguen a estas partes, hay que tener las manos cerradas. Brazos y antebrazos con mucha tensión, y que la contracción llegue a los hombros y a los pectorales.
Todo golpe que vamos deteniendo con los brazos, hace que aumente la tensión de nuestros músculos. Esto sirve para ir acumulando más energía en ellos. Cuando lanzamos el puño hacia delante, se libera toda esta energía, como si se soltara un resorte, y el puño sale despedido a gran velocidad.
El punto de máximo esfuerzo lo encontramos en el antebrazo, zona interna espacio interóseo, a dos tsun de la muñeca en el punto 68-6 MC.
Estos dos canales son de naturaleza ascendente, por eso sus recorridos y tensiones musculares, comienzan en piernas y posteriormente en brazos y es en ellos donde se encuentran sus puntos de máximo esfuerzo.
Conclusiones
En las piernas, que son las que apoyamos en el suelo, se localizan los puntos de máxima tensión en el tarso y los pies, para mantener el equilibrio y no caer.
En las piernas encontramos cuatro puntos importantes, dos en los recorridos yin y dos en los recorrido yang. En los brazos encontramos también cuatro puntos importantes, dos en la zona yang y dos en la yin.
En los brazos se localizan puntos de máximo esfuerzo, ya que son los que tenemos que apoyar en el suelo si llegamos a caernos y para defendernos. Para ello los brazos tienen que tener la máxima libertad de movimientos, y si no es posible evitar la caída, encontrar con toda rapidez la forma de apoyar las manos en el suelo con el menor daño posible. Por ello, las tensiones de los canales curiosos en su recorrido, solo llegan a alcanzar la articulación escápulo humeral. En los antebrazos y manos encontramos cuatro puntos que corresponden a sus pares de piernas, dos en el recorrido yin y dos en el recorrido yang. Por esa causa, no se encuentran recorridos, de cadenas musculares, de los canales Curiosos, en los brazos, pero sí puntos de máxima tensión, al tener que apoyar las manos en el suelo, o tener que defendernos y parar golpes.
Los puntos de máxima tensión dentro de cada canal curioso, son siempre los empleados para recuperar el tono muscular en los tratamientos, ya que mediante su estimulación en tonificación, se utilizan para ganar tono muscular, son los que con más rapidez se consigue el reequilibrio de estos canales.
El nombre más empleado en su traducción al castellano, de estos puntos de máxima tensión, es el de puntos maestros.
Observaciones
Es recomendable cuando encontremos afectado un canal curioso, tratar al mismo tiempo, el punto de máxima tensión de su canal par. Además se tratarán todos los puntos, que se encuentren en los recorridos afectados, dentro de cada canal curioso. Teniendo especial interés en los puntos situados en zonas relacionadas con órganos y vísceras.
Los trabajos realizados en muchas profesiones, también pueden llegar a provocar trastornos en los canales curiosos. Son muchos los movimientos repetitivos que encontramos en una gran cantidad de
trabajos. Estos son todos los relacionados con la inclinación de nuestro cuerpo hacia delante, hacia atrás y hacia el lateral y pasan desapercibidos, tanto por el trabajador como por el terapeuta. Normalmente son los causantes de los trastornos, que muy pocas veces se relacionan con los movimientos empleados, de manera cotidiana durante mucho tiempo y pensamos que ya no pueden afectar a nuestra salud.
Llegan a afectar indistintamente, tanto al aparato músculo-esquelético como a las funciones de órganos relacionados en sus recorridos. Entre todos los canales curiosos el más relacionado con órganos es el JM, por discurrir por el centro del tronco.
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