Pulsología (1/2)


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De entre los documentos que elabore entre 2001 y 2011 he extraído uno  a partir del que he confeccionado un par de articulos

Agradecer a José Eugenio Alfaro Roca, alumno y colaborador, gracias a quien cobraron forma estos textos.

Introducción

Uno de los sistemas para poder diagnosticar el estado de la energía de nuestro cuerpo, en acupuntura, es el de la pulsología.

La sangre es el elemento, que impulsado por el corazón, llega a todas las partes del nuestro cuerpo, y es la información que recibimos mediante los pulsos de las arterias, la que nos definirá, sobre el estado de la energía en los recorridos de los canales, las funciones y la materia de los órganos.

Los textos que nos han llegado sobre Medicina Tradicional China, hablan de la importancia de los pulsos y de los diversos enclaves donde se debe tomar contacto con las arterias, para diagnosticar los desequilibrios de la energía en el organismo.

Cuando la toma de pulsos se realiza perfectamente, el acupuntor, puede detectar, no sólo el posible desequilibrio energético o funcional de un órgano o víscera, sino también, a veces, determinar la causa del mismo y el estado en que esta energía se encuentra. Se puede determinar igualmente, la evolución favorable del paciente y adelantarse al posible trastorno, que en un futuro inmediato, pudiera aparecer. De esto, se desprende, que el diagnóstico pulsológico es imprescindible a nivel preventivo, permitiendo determinar el comienzo de un desequilibrio, mucho antes de que aparecieran los síntomas que anunciarían la afección ya instalada.

En la Medicina Tradicional China, nunca se debe olvidar que el enfermo es un todo, una unidad indivisible, y que no podemos aislar los síntomas que éste presente, queriendo sólo centrarnos en un órgano o una parte del cuerpo determinada.

Pulsos radiales

Estos pulsos se encuentran situados en el recorrido de la arteria radial, a su

paso por la apófisis estiloides del radio. En posición de pie, y con los brazos caídos, esta zona corresponde al centro de la altura del individuo, donde se equilibran las energías Yinn, que proceden de la tierra, con las Yang, que proceden del cielo.

Si nos situamos en posición meditante mirando hacia el Sur, y dejando caer los brazos con la cara Yinn hacia arriba, podemos apreciar que la parte mas alejada de los antebrazos al cuerpo, es la que se encuentra más próxima al Sur, o sea, al Yang, al fuego.

La localización de los órganos en el tronco, guardan la misma relación que se observa en la muñeca (zona del pulso radial), es decir, en la parte más alta del mismo, en la más Yang, se encuentra el pulmón y el corazón. El hígado y el bazo – páncreas, se encuentran el la porción media. El riñón y el maestro – corazón, se encuentran en la zona inferior, es decir la más Yinn.

La situación de los puntos cardinales a partir de la localización del Sur nos llevaría a:

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La pulsación media (manteniendo una presión a la altura de la mitad de la luz arterial) que se obtenga en la rama derecha, determina el estado de la energía general del cuerpo, ya que es el pulmón el que recibe la energía directa del cielo (aíre, oxígeno); mientras que la pulsación media obtenida en la rama izquierda, nos refleja el estado de la sangre, ya que es el corazón el que tiene el cometido de distribuiría por todo el organismo.

Cada uno de los órganos, con sus correspondientes vísceras acopladas, se encuentran situados en unos emplazamientos bien determinados, que reciben los nombres siguientes: pulgar, barrera y pie.

El primer pulso que tenemos que localizar es el barrera. Este se encuentra en la depresión de la apófisis estiloides del radio, y su superficie de contacto con la yema del dedo, no debe sobrepasar un centímetro. El pulso pulgar se encuentra situado entre la barrera y el pliegue de la muñeca, sobre la prominencia del hueso estiloides. El pulso pie, se localiza a partir del barreara, y hacia el pliegue del codo, como un tsun del paciente.

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En cada una de estas localizaciones de pulsos, se observan tres niveles de palpación: profundo, medio y superficial.

El profundo nos indicará el estado energético en el que se encuentran los órganos; los superficiales la energía de las vísceras; el medio, el estado de la sangre y de la energía, comentado anteriormente.

El movimiento inicial con las yemas de los dedos del acupuntor, debe de ir del exterior al interior, del Yang al Yinn, y notar la fuerza con la que se percibe el pulso, hasta que éste desaparezca por la presión ejercida. A continuación iniciar el movimiento de descompresión de la arteria, yendo desde el Yinn al Yang, hasta que el pulso desaparece.

La fuerza más notable de la pulsación la encontraremos a media presión arterial; el paso de la yema del dedo, por esta localización, debe de saberse distinguir de las superficiales y profundas, para no realizar un diagnóstico erróneo.

El pulso profundo son los primeros impulsos, que percibimos cuando hacemos la descompresión. Hay que mantener por lo menos unas veinte pulsaciones, hasta que el pulso se estabiliza, ya que en un principio, siempre aparecen tonos fuertes y comprimidos, como son los que corresponderían a una corriente sanguínea obstruida, detenida, paralizada. Este pulso profundo permite diagnosticar la energía de los órganos.

En su recorrido de descompresión, una vez la yema del dedo haya pasado por la media luz arterial, nos fijaremos cuando desaparece la percepción del pulso sobre nuestra yema, y el tono de pulso superficial, que apreciamos antes de que desaparezca del todo, es el que nos da a entender el estado de la energía de las vísceras.

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Así pues, en la parte profunda, lo Yinn y en la parte superficial lo Yang.

Parámetros en los que se basará el diagnóstico por los pulsos:

  • Profundidad (superficial, medio y profundo).
    • Superficial: es de naturaleza Yang, esto quiere decir que la afectación será debida a causas externas (ejercicio físico, climatología, etc.) y nos ofrece información sobre el estado energético del recorrido del canal, no del órgano en sí.
    • Profundo: es de naturaleza Yin, nos indica que la afección ha llegado a planos más profundos, pudiéndose ver afectada la función y órgano.
  • Frecuencia (rápida, media y lenta).
    • Rápida, es una característica Yang. Indica un mayor consumo energético. Puede ser a su vez:
      • Veloz: pulso ordenado, rítmico y mayor de 120 pulsaciones/minuto.
      • Agitado: mayor de 120 px’ y desordenado, con arritmias y distintas intensidades (al palparlo parece como la superficie del agua cuando hierve).
    • Media o normal.
    • Lenta, es una característica Yin. Indica un menor consumo energético. Frecuencia menor de 60 px’.
  • Forma (tensa, en pico, redondeada, deslizante, etc.).
    • Tenso, es el pulso pleno con cresta en meseta (mantenido) en forma de dientes de sierra.
    • En pico.
    • Deslizante. Se percibe como si una bola pequeña de jugar a las canicas, untada de mantequilla, se deslizara por debajo de la yema del dedo.
  • Intensidad (pleno, normal y vacío).
    • Pleno, indica exceso del agente climatológico en afecciones agudas (recientes). Se aprecia pulso más fuerte de lo normal en la arteria que estamos  tocando.
    • Normal.
    • Vacío. – Es superficial, ancho y blando. Es débil, dando la sensación, de falta de fuerza en cada pulso. Indica falta de energía.

Arteria radial de la rama derecha

NIVEL PROFUNDO NIVEL SUPERFICIAL
Pulgar Pulmón Intestino grueso
Barrera Bazo Estómago
Pie Maestro del corazón Triple calentador

Arteria radial de la rama izquierda

NIVEL PROFUNDO NIVEL SUPERFICIAL
Pulgar Corazón Intestino delgado
Barrera Hígado Vesícula biliar
Pie Riñón Vejiga

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Un pulso normal está relacionado y sujeto a influencias de tipo Yinn y Yang. Así, la mujer tiene un pulso más blando y débil que el hombre; en el adulto se aprecia pleno y cambiante; en el niño, rápido y fuerte; en el anciano, más débil; en los obesos, ligeramente profundos; en los delgados, algo superficiales; en los altos, la curva es más amplia, que en los bajos; los intelectuales tienen el pulso más débil que los obreros manuales; después de una comida el pulso es grande y lento, pero con energía; una fatiga mental provoca un pulso grande y rápido; tanto la ingestión de alcohol, como un viaje, dan un pulso rápido. Respecto a las estaciones las variaciones del pulso son: tensos en primavera; amplios y modulados en verano; en la quinta estación suaves y equilibrados; ligeros en otoño; y profundos en invierno. Todo esto se tendrá en cuenta a la hora de toma de pulsos, ya que según la estación en que se realice, aumentará la fuerza del pulso en el órgano o víscera que corresponda.

Durante el ciclo menstrual, en la mujer, se observa un pulso normal, excepto en los días de la ovulación que es más fuerte y faltando unos seis días para que aparezca de nuevo la regla, empieza a latir con fuerza creciente. Cuando la mujer se encuentra embarazada, el pulso del MC se toma duro, redondeado y ligeramente tenso, como si nuestra yema del dedo tropezara con una perla pequeña. Durante el proceso digestivo la pulsología se altera por plenitud, en el siguiente orden; estómago, bazo – páncreas, hígado, vesícula biliar, intestino delgado e intestino grueso. Sólo se diagnosticará alteración del pulso en estos casos, cuando se aprecien síntomas de pulsos muy plenos.

Pulsos distales

Dado que los recorridos de los canales de acupuntura coinciden con cadenas musculares, para movimientos clásicos, hacia delante, lateral o hacia atras, podemos aprovechar cuando una arteria se encuentre en su recorrido, para poder percibir con mas intensidad y diferenciando derecha e izquierda, los tonos que encontremos en ella.

Los pulsos que se toman dentro del recorrido de un canal principal cuando cruza o pasa una arteria por él, se llaman pulsos distales, y nos revelan el estado de la energía de cada rama, derecha e izquierda, de manera separada.

La presión que se ha de ejercer sobre la zona, se realiza con la yema de un dedo sólo (hay que tener en cuenta que el dedo pulgar tiene pulso propio y en principio pudiera llegar a confundirnos), buscando el paso de la arteria y detectar su pulso.

La técnica en esta toma de pulsos, es la de la compresión y descompresión sobre la arteria. Hay que realizar esta maniobra varias veces, y memorizar la distancia que existe en el recorrido que realiza la yema del dedo, desde que percibe el pulso al presionar ligeramente, hasta que desaparece con una presión más intensa. La pulsación que notemos al detener la yema del dedo en la media luz arterial (mitad del recorrido), será la que nos dé a entender el estado de la energía del canal.

En este tipo de toma de pulsos, se debe de acostumbrar a percibir los tonos distintos, al tener que apoyar las yemas en arterias de distinta luz, en fuerza e intensidad, sobre todo, y no apreciar pulsos patológicos, donde no los hubiera.

Caso de no encontrar con prontitud el paso de la arteria, debemos explorar un radio más amplio, ya que las arterias, aunque tienen un recorrido más uniforme que las venas, a veces pueden estar ligeramente desplazadas, de su localización habitual; esto puede ocurrir, no sólo en pacientes distintos, sino también en las ramas derecha e izquierda de un mismo paciente.

La toma de pulsos dístales, nos lleva a diagnosticar con más exactitud, cuando la energía climatológica en exceso ha penetrado por una rama u otra teniendo que tratar solamente la afectada (evitando así el exceso de agujas en el paciente).

Los emplazamientos de los pulsos dístales se encuentran en cabeza, cuello, muñecas, muslos, tobillos y pie. Todos se encuentran situados, en el momento que coincide, el recorrido de un canal principal con el paso de una arteria.

La localización es la siguiente:

Cabeza: Vesícula Biliar sobre la zona del 14 VB, 201.
Vejiga. sobre la zona del 1 y 2 V, 232 y 233.
Triple calentador. sobre la zona del 21 TC, 121.
Intestino delgado sobre la zona del 19 ID, 142.
Cuello: Estómago sobre la zona del 9 E, 151.
Muñeca: Pulmón sobre la zona del 9 P, 60.
Corazón sobre la zona del del 5 C, 76. al 7 C, 78
Mano: Intestino grueso sobre la zona del 4 IG, 84.
Maestro corazón sobre la segunda falange del tercer dedo, recayente al índice
Muslo: Bazo – páncreas sobre la zona del 11 BP, 209.
Tobillo: Riñón sobre la zona del 3 R, 336. al 5 R, 338.
Pie: Hígado sobre la zona del 3 H, 322.

El pulso del H, también se puede localizar a la altura de los puntos 9, 10 y 11 H, 329, 330, 331 en su recorrido por la ingle.

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Características de los pulsos por afectación climatológica

Exceso de calor: Pulso rápido y pleno (p.e. con febrícula o fiebre).

Exceso de frío: Pulso lento y pleno.

Exceso de viento: Pleno y tenso. Aparece también cuando hay sintomatología de dolor en el recorrido del canal.

Exceso de humedad: Pulso pleno y deslizante.

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Acerca de Joaquín Antonio del Cerro Gabarró

Profesor de Acupuntura. Profesor de Terapias Naturales del Colegio de Enfermería de Alicante. Profesor de acupuntura y auriculoterapia del Colegio de Enfermería de Palma de Mallorca (IB). Socio de honor de ADEATA (Asociación de enfermería de Alicante en terapias alternativas).
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4 respuestas a Pulsología (1/2)

  1. Pingback: La importancia de la pulsología distal. | Acupuntura renovada

  2. Esperanza Lazaro Casado dijo:

    Excelente leccion

    Me gusta

  3. Pingback: Principios y fundamentos de Acupuntura Renovada (4/24). Canales de acupuntura | Acupuntura renovada

  4. Pingback: Los tonos pulsológicos | Acupuntura renovada

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